viernes, 9 de octubre de 2009


"El arte no reproduce lo visible. Lo hace visible"
Paul Klee

"Un cuadro de un museo es, posiblemente, el que tiene que escuchar más tonterías en todo el mundo."
Goncourt

El pasajero subjetivo, hombre de silla privilegiada, tiene lentes orondos llenos de nubarroncillos de intelecto. Olvida caminar despacio y voltear con cautela en la esquina de la tristeza, la bofetada es contundente y el puñal un trapecio. Ha olvidado el asombro, el sueño es como pasar de un tiempo a otro, hay que ir a la exposición y observa distraído las vitrinas a su paso. Los mil y un libros que ha leído le producen amnesias, lagunas en las cuales no suele nadar.
Cómo pintar una carcajada.

A ese mismo hombre le parece absurdo un marco expuesto en un andén, el cual no contiene nada, y que permite observar el museo de arte moderno. A nosotros también nos suena igual. Es que esto no es una obra de arte ¿qué es? Es una mirada del mundo, del museo y de la institución, lo que sabemos del arte es lo que los críticos y los museos determina como tal. Es decir, que un marco es la línea trazada por la crítica, lo que esté en él no importa. La institución decide que entra o que no dentro de los límites del arte, da su aval y estipula la obra, así como el futuro del artista. Un marco es una institución que hace aparecer las posibilidades de esa palabra perdida: arte. Si un transeúnte inocente se detiene y justifica este arte-facto, lo hace desde la mirada legitimadora, pero ¿Quién es él o qué titulo lo certifica para mirar y legitimar? No es una obra de arte. Es el perímetro que condiciona una mirada, así como lo hace el crítico. No hace aparecer una obra, manifiesta una institución. Lo que entra o no en un marco lo determinan los hombres, la época. Un manchón en un muro no es arte hasta que la persona lo bordea con el nombre de “arte”, para hacerlo hace falta que tenga el titulo de legitimador del si y del no. El marco en la calle hace aparecer la mirada, la que se direcciona sobre algo, condiciona al espectador, encierra un espacio, un tiempo. Es moral en la medida que encierra un algo y lo estipula.

La obra compone una unidad geométrica entre espectador, el objeto artístico con su producción, y su institución. Si existe una argumentación, como ésta, puede corresponder a la unidad contemporánea del arte. Pero ¿por qué la obra ya no se defiende sola? Y si lo hace desde su concepto.

Pasa el transeúnte.

miércoles, 4 de febrero de 2009

¿Qué es esto?



Se preguntaran que es "toma" y yo no les contesto, les pregunto:
¿qué es el arte? ´
y nadie contesta.
entonces por qué preguntarse tantas cosas que nunca tendrán respuesta.
muy pronto en Bogotá las preguntas inundaran las calles y las repuestas colmaran tanto absurdo sin ser descubierto.

lunes, 26 de enero de 2009

MUY PRONTO ....

EL LUGAR NO IMPORTA,
LOS MEDIOS NO EXISTEN

¿EL PROBLEMA ES DE NUESTROS OJOS O DE LOS OBJETOS?

YA VIENE ....

tomaarte